martes, 20 de noviembre de 2012

¿De verdad valdrá la pena?

¿Se han dado cuenta la vida que estamos llevando? ¿Se han fijado lo cruel que esta siendo la gente?
Nos matan por un objeto, me matan por que me reía, aunque no fuera de ti. Sí, esta fue la ultima noticia que leí sobre sucesos. Que por cierto creo que es masoquismo, no puedo dejar de hacerlo, que si una madre lanzó a su niño por las escaleras, que si matan a padre con su hijo y así. Pero aquí el tema no soy yo. El tema es la crueldad de la gente hoy en día. Hoy, un taxista atropello a un niño por mi casa, y ¿saben que quería hacer? Irse a la fuga. Pues si, existe gente mala y lo demás es puro cuento. Me pregunto que será de la vida de esa cosa llamada "amor al prójimo" creo que ha desaparecido, o al menos esos "prójimos" están contados. Aveces me pregunto, si de verdad valdrá la pena seguir aquí. Luego me doy cuenta, que no tengo forma de comparar si vale la pena estar en otro lado, y continúo luchando en esa "selva de concreto" llamada vida.
Gledys Pérez

miércoles, 24 de octubre de 2012

Un día cualquiera.

4:00 a.m ¡suena la alarma, comienzo de otro día! Por Dios Santo cinco minutos mas en la cama no marcaran la diferencia... Media hora después: -hija levántate son las cuatro y media. Corro por toda la casa, un baño de cinco minutos, me dejara el primer autobús. Corro. Ya es tarde, me dejó. Espero el segundo, se tarda un poco pero al final llega, cola en la autopista, aun son las cinco y cuarto, no pasa nada, el día apenas comienza. ¡Llegue a la estación del Metro! Veo la hora, cinco y treinta y cinco, ¡ya perdí el primer tren! Llegare tarde a Chacaito.
Unos niños me entretienen, juegan cartas, ojala pudiera ser niña otra vez..
Unos cuantos empujones, logro salir, llegué a Chacaito. Paso acelerado, una música a lo lejos, el vendedor de El Propio, la señora del Peto y el extraño señor que vende periódicos que siempre con un gran apretón de manos me saluda. Todo sigue su orden. Llego a la parada, cola como siempre. Me encuentro a una amiga, tenemos clase a las siete y media de la mañana (pues si, son las seis y es tarde ya). Un autobús azul, canto de ángeles. Nos subimos, no hay puestos, nos toca sentarnos en la escalera. Seis y media de la mañana: llegamos a la universidad. Guardamos puestos para la clase. Irónico. Solo en la USB. Horas después por fin termino esto, no se como carrizo se modela crecimiento poblacional, que mas dá. Clase de lógica, solo un computista me entenderá si le digo que aun no me se modus ponens. Presto atención, creo entender, pero eso lo veremos cuando me toque estudiar sola. ¡Corro! ¡Tengo ingles! No le puedo llegar tarde a la china.
Comienzo de la clase, tlfs apagados, silencio que retumba. La china sonríe. Hoy hay prueba, todo estará bien, eso quiero creer. Una y media, se acabo el tiempo, nos cede quince minutos, podemos lograrlo. Lo terminamos, quedan cinco aun, corremos lo metemos debajo de su puerta y que Dios nos bendiga... Fin de las clases. Ay cierto, los obreros se fueron a paro, no hay comedor, ni transporte. Nos toca sacrificar dinero. Tres de la tarde, me encuentro en la oficina de mi profesora de lógica. 15/30 después de haber estudiado tanto. ¡La vida sigue! ... Transporte, cuatro de la tarde, va a Coche. Una conversación que surgió de manera inesperada, me entretengo. Estación del metro, no sirven las escaleras. Policías  liceistas, que raro. Los Símbolos, un rapero, creo que era eso, se sube, rapea, lo hace bien, el hombre tiene talento, cinco minutos de distracción. Plaza Venezuela, todo marcha bien. Seis de la tarde, himno nacional, días consecutivos oyéndolo a esa hora y en el mismo lugar. Un autobús, al fin en mi casa.